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Persepolis |
By Alessio Oliva
Tras unos días de
calor insoportable y poca diversión, hacía falta ir más al norte y buscar frescor
y más movida en nuestra aventura por Irán. ¿Donde mejor si no en la ciudad de
las flores, de los poetas, de los jardines y del vino? Pena pero que éste último
ya no se produce como se hacía siglos atrás, por tema religioso (en Irán el
alcohol es ilegal). Es una lástima saber que en la ciudad donde nació el tipo
de uva que más me gusta, ésta ya no se produce, pero bueno Shiraz tiene algo más que la hace especial, a pesar de no tener vino…
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Mihrab de la Mezquita E-vakil |
Allí teníamos una
tarea muy importante que cumplir: la extensión
del visado. Nos faltaba poco
para acabar los treinta días de visado turístico y para seguir con nuestro
viaje necesitábamos un par de semanas más. Nos faltaba aún Isfahán y Kurdistán.
Tuvimos así el primer contacto con la administración publica iraní. Ya sabemos que en
estos países la burocracia es un verdadero coñazo. Estábamos listos para perder
una jornada entera para conseguir nuestra extensión, así que un día nos
despertamos muy pronto y conseguimos llegar a la oficina de inmigración antes
de que abrieran las puertas. A pesar de esto conseguimos nuestras extensiones
tras 6 horas de espera, entrevistas, pago de impuestos, gente que se colaba,
etc….
Shiraz es la ciudad
donde nacieron los poetas persas más
importantes del país. En el medioevo era
la ciudad más importante del mundo islámico y alrededor del siglo XVIII se construyeron
y repararon los edificios más importantes que todavía hoy es posible visitar.
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Bazaar de Shiraz |
Como nos íbamos a
quedar unos cuantos días decidimos alojarnos en un hostal un poco más cómodo y
agradable. El Taha Guesthouse, el
hostal número 1 de TripAdvisor fue el que elegimos para pasar los 5 días que
nos quedamos en la ciudad. Esta temporada era la mejor para visitar Shiraz. Los
numerosos parques y jardines llenos de flores están en su máximo esplendor en
esta época del año. Visitamos las tumbas de los poetas farsi más importantes
del país, como Hafez y Sa’di. Miles de pelegrinos visitan cada
día estas tumbas para rendir homenaje a sus héroes nacionales. Lo más
interesante es que la mayor parte de los iraníes saben de memoria sus poemas y
los recitan durante el día entre familiares y amigos. Los iraníes son un
pueblo muy culto, además de ser gente amable y hospitalaria.
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Tumba de Hafez |
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Afegeix la llegenda |
Shiraz es también la
cuna del imperio Persa, a unos kilómetros de la ciudad se encuentra Persepolis, Patrimonio Histórico y Cultural de la Unesco, donde se encuentran
los restos del antiguo Imperio de los
Acamenides, imperio que ocupaba gran
parte del territorio de Asia Central 500 años AC. Tras la destrucción de la
ciudad por Alejandro Magno alrededor del 330 AC, todavía es posible pasear por
las ruinas donde es posible admirar restos de templos, casas, palacios y tumbas
de los emperadores más importantes del Imperio (Dario I, Ciro el grande, etc.…).
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Tumba del rey Dario |
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Ruinas de Persepolis |
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Detalle de una de las paredes de Persepolis. En esa época,
darse la mano de la manera que se muestra era símbolo de amistad. |
Ese día tuvimos
mucha suerte porque fue el día de la cultura y se podía entrar gratis a todos
los museos. No está mal si pensamos que las entradas en Irán valen 5€ por
persona y ese día visitamos, además de Persepolis, dos enormes mansiones con
jardines hermosísimos y la famosísima mesquita Masjed-e Nasir-ai-Molk o Mezquita
Rosa, una de las más elegantes y fotografiadas del sur de Irán. Su
peculiaridad son las ventanas policromadas que crean un ambiente muy elegante y
colorado en el interior. Los rayos del primer sol de la mañana reflejados a
través de las ventanas crean un juego de colores en las paredes y en el
pavimento de la mezquita que invitan a los turistas a pasar mucho tiempo
intentando sacar la foto más creativa y cromática.
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Sala de columnas de la Mezquita E-vakil |
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Patio de la Mezquita Rosa |
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Interior de la Mezquita Rosa, con sus famosas ventanas. |
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Detalle de la Mezquita Rosa |
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Una de las mansiones de Shiraz |
La vieja ciudad de
Shiraz es donde ahora se encuentran la mayoría de los highlights y donde
pasamos gran parte de nuestro tiempo. El bazar,
uno de los más bonitos del sur de Irán, con sus tiendas de alfombras, especias
y tejidos, mezquitas, fortalezas, madrasas (antiguas universidades), museos y
hammams es lo que podemos encontrar alrededor de Shohada Square y Ahmadi
Square.
Justo en esta última
plaza se encuentra el santuario o también dicho el Aramgah-e Shah-e Cheragh, el edificio más emblemático de Shiraz y
uno de los más famosos de Irán. Este mausoleo es una verdadera joya
arquitectónica, artística y religiosa. Alberga la tumba de uno de los hermanos
del Imam Reza.
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Interior del complejo de Aramgah-e Shah-e Cheragh |
Los imames en la
religión musulmana son como nuestros papas, en el islamismo shiita (el que se practica en Irán) hay 12 imames
mientras que en el islamismo suní (el del resto del mundo árabe) hay 4. Dentro de la plaza
Ahmadi a parte de los mausoleos y de la mezquita que puede hospedar hasta 3.000
personas rezando, hay una plaza enorme donde la gente local se reúne para
hablar, rezar, encontrarse y observar las bellezas arquitectónicas de estos
brillantes mausoleos.
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Aramgah-e Shah-e Cheragh de noche |
Al turista le está
prohibido entrar pero nosotros pedimos permiso a la oficina de acogida de
extranjeros que se encuentra dentro de la plaza y, después de una visita guiada
por los alrededores de la plaza y los varios edificios, pudimos entrar y
visitar el enorme mausoleo todo recubierto de piezas de cristales decoradas a
mosaicos representando el universo con sus estrellas. La sensación al
entrar y al pasear dentro de ese lugar tan mágico es increíble, sientes una
energía y una carga espiritual muy intensa, y aunque no seas musulmán tienes ganas
de sentarte y meditar.
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Interior del mausoleo, Aramgah-e Shah-e Cheragh |
Creo que de Shiraz
es el recuerdo más intenso que me llevo, además de las decenas de jardines y palacios
llenos de flores, olores, helado de
azafrán, historia, gastronomía, cultura y poetas.
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¡Flores por todas partes! |
Dejamos Shiraz un
viernes (intentamos siempre viajar ese día de la semana porque es cuando todo
está cerrado) para viajar hacía el destino más turístico de Irán: Isfahán. Como todo el mundo
nos habló muy bien de esta ciudad, decidimos dejar esa visita al final del
viaje, y esto fue un completo acierto. No hay palabras para
definir Isfahán, seguramente es LA CIUDAD que más incorpora la esencia y la
belleza del país. Es la tercera ciudad
más grande del país después de Teherán y Mashad. El escritor Robert
Byron en el 1937 comparaba Isfahán con Atenas y Roma como uno de los lugares
donde la humanidad alcanza su máximo esplendor.
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Jordi y Joana en la plaza Naqsh-e Jahan |
Al ser una ciudad
muy turística y al no tener mucha oferta de alojamiento de bajo coste, tuvimos
que alojarnos en el único hotel para backpackers de la ciudad: el “Amir Kabir”.
No ha sido el mejor hotel donde nos hemos alojado, pero está muy bien ubicado,
tan solo a 5 minutos andando del bazar y a 15 minutos de la hermosísima plaza Naqsh-e Jahan (“imagen del mundo”).
Esta plaza, con sus
512 metros de largo y 163 metros de ancho, es la segunda más grande del mundo.
Los números no son casualidad: si divides 512 entre 163 el resultado es 3,141 (aprox.
del numero ∏),
una auténtica joya arquitectónica y de geometría euclidiana.
Por lo largo del
perímetro de la plaza hay varios arcos, cada uno tiene una distancia entre si
de 3,141 metros y aun más increíble, si dividimos la distancia entre las
esquinas de un lado de la plaza con la mezquita o el palacio que se encuentra
en ese lado también te da un resultado de 3,141 metros. La plaza es conocida
también como Plaza Real o plaza del Imán Jomeini y está situada en el centro de
la ciudad de Isfahán. Es considerada como uno de los sitios más importantes del
país.
En los dos lados se
encuentran: la mezquita Masjed-e Shah,
uno de los edificios mas bonitos de Irán, rica de mosaicos con diseños
geométricos y motivos florales y caligráficos realizados por los mejores
artistas del país en su época, aunque el magnifico portal fue construido de
cara a la plaza, la mezquita está orientada a la Mecca, hacia donde todos los
musulmanes tienen que rezar cinco veces al día. En el otro lado de la plaza se
encuentra la más pequeña pero de inigualable belleza mezquita Masjed-e Sheikh Loftollah. La cúpula de la misma está
hecha de mosaicos que cambian de color dependiendo de la luz del día, desde el
color crema del mediodía al rosa del atardecer, es pequeña pero su belleza es
inconmensurable.
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Detalle de la cúpula des del interior de la Mezquita Sheikh Loftollah |
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Interior de la Mezquita Sheikh Loftollah |
Lo más impactante al
llegar a Isfahan de noche fue ver la cantidad de gente que se encuentra en los numerosos
parques que ocupan la ciudad. Nunca
habíamos visto tantos parques, tan bien cuidados y conservados y con una
multitud de gente ocupándolos con manteles para picnic llenos de bandejas de
comida, juegos de mesa y hasta pequeñas barbacoas para cocinar sus propios
kebabs.
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Plaza Naqsh-e Jahan por la tarde; llena de gente haciendo pícnics, niños y niñas jugando... |
Isfahán es una
ciudad que ama vivir de noche a pesar de no tener lugares de diversión como los
tenemos nosotros en Europa. Los iranís son un pueblo abierto y sociable, por
eso a menudo están fuera de casa y hasta cenan al aire libre utilizando los diversos
parques y jardines que tienen a su disposición.
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Jameh Mosque, Isfahan |
Isfahán es también
la ciudad de los puentes. Hay hasta
11 puentes que cruzan el rio Zayandeh, seis de los cuales son nuevos. Los isfahanies
aman pasar la tarde paseando por sus puentes peatonales, donde hace años era
posible también tomar te gracias a las numerosas teahouses que se encontraban
en ellos. Ahora por tema religioso o por, como dicen las autoridades, por
conservación del patrimonio artístico, no es posible encontrar ninguna casa de
te.
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Si-o-Seh Pol de tarde, Isfahan |
Los puentes más
recorridos por los habitantes de la ciudad y por los turistas son el Pol-e Si-o-Seh (Pol = Puente) el más largo con 33 arcos y construido en el siglo XV, el
Pol-e Chubi y el Pol-e Khaju, con doble piso. Durante
el atardecer los puentes se llenan de paseantes, turistas y enamorados que
admiran el curso de las aguas del rio, espectáculo que solo pueden ver algunos
meses al año, normalmente en verano, cuando el gobierno permite la abertura de
los embalses alrededor de la provincia para que el agua llegue a la ciudad y
los habitantes y sus turistas puedan disfrutar del frescor que esa conlleva.
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Khaju Pol, con toda la gente sentada y mojándose los pies. Isfahan |
Cruzando el puente
Si-o-Seh se llega a Jofla, antiguo
barrio armenio donde es posible visitar unas de las pocas iglesias ortodoxas
del país, la hermosa catedral Vank o iglesia de San José de Arimatea, construida
entre el 1648 y 1655. El interior de la catedral es una mezcla entre arte
islámica y cristiana y los frescos presentes representan las escrituras de la
Biblia desde la Génesis hasta la Apocalipsis. También es posible
visitar el memorial a los armenios muertos por el genocidio de principios del
siglo XX y un museo sobre la cultura y religión armenia muy interesante donde
es posible ver una escritura del Corán en un pelo de cabello hecho con una
punta de diamante ¡Una locura!
El barrio de Jofla
es sin lugar a dudas el barrio más fashion y moderno de la ciudad. Es donde los
jóvenes pueden encontrar los bares y cafeterías más trendy y tiendas de ropa más
de moda.
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Iglesia ortodoxa en Jofla, Isfahan |
Aprovechamos del
contacto que una amiga que estuvo en Irán el año pasado me dio para encontrarnos
con una chica local. Así que un día nos vimos con Bahar que nos llevó a pasear por el Jardín de las flores, un parque lleno de diferentes especies de
flores que en esta época del año están en su máximo esplendor.
Pasamos una
agradable tarde, tomando te y hablando de los temas más variados. Aquí nos
enteramos de cómo los chicos actuales pueden desviarse
de la regla de mantenerse vírgenes hasta el matrimonio. Bahar nos explicó que
hay la opción de casarse de forma temporal; es decir, puedes ir a un juez que
te hace un certificado de matrimonio que te dure una hora, un día o hasta una
fecha concreta, la que quieras. De esta forma, si los novios necesitan una
habitación de hotel para “estar tranquilos” pueden enseñar el certificado de
matrimonio y así conseguirán tener sus relaciones amorosas en la máxima
legalidad. Pasada la fecha ya no estarán casados y la familia tampoco lo sabrá
nunca.
Bahar nos invitó a
cenar a su casa donde conocimos a su nuevo novio y su hijo, un nene súper
simpático y muy inteligente. Aprovechamos que Bahar no tenía preparada la cena
para aprender algo de cocina iraní, rica de especias, casi como la india pero
sin picante, y nos preparó algunos platos muy buenos utilizando especias que
nunca habíamos visto antes, como el polvo de limón ¡Muy rico!
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Tarde con Bahar, el Parque de las Flores. Isfahan |
Durante nuestra estancia
en Isfahán nos encontramos con las elecciones generales para la presidencia del
Gobierno. Los últimos cuatro años fueron gobernados por Rohani, un hombre de
estilo más progresista que empezó un camino hacía la abertura de Irán hacía los
países extranjeros.
Irán es un país que
por muchos años ha sufrido las consecuencias de la guerra del Golfo Pérsico, la
mala fama que los medios de comunicación le atribuyen por sus supuestamente
alianzas al gobierno Sirio y por las sanciones nucleares que los países
extranjeros les infligieron por culpa de la política nuclear del predecesor
Ahmadinejad. El trabajo de Rohani en los últimos cuatro años no ha sido fácil,
sobretodo porque quien de verdad gobierna el país es la casta religiosa
musulmana presidida por el Ayatollah Ali Khamenei, sucesor de Imam Khomeini que
fue quien instauró la revolución islámica en el país y con ello el freno al
desarrollo moderno que Irán estaba viviendo antes de los años 70.
Con la nueva victoria
de Rohani, el país sigue esperando esa abertura hacia el exterior y el fin de
la opresión que limita la libertad de un pueblo que en su interior es abierto,
sociable, generoso y listo para enseñar al mundo su rica cultura, belleza
interior y amor por el prójimo.
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Jameh Mosque, Isfahan |